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miércoles, 28 de agosto de 2013



Hablemos de… Violencia Psicológica
Por: Bertha Angélica Albores Ramírez
Periodista y Presidenta de la Asociación Civil Mujer Es… Solidaridad con tu Familia

“Fue como si hubiera despertado… Perdí siete años de mi vida” Estas fueron las palabras con que un ama de casa describió la manera en que se dio cuenta de que durante su vida en pareja, había sufrido todo tipo de violencia.

La psicología nos ha dado una nueva visión del ser humano y de sus necesidades. Ahora sabemos que hay otro tipo de violencia que también hace daño a las personas: la violencia psicológica o verbal.  
Destruir la autoestima de una persona  mediante críticas, desprecio, abandono o insultos,  también son formas de violencia, a veces los golpes al espíritu son mucho más dañinos que los golpes al cuerpo y dejan heridas más profundas. Las víctimas de este tipo de violencia por lo general continúan sufriendo calladamente y por eso no reciben la ayuda que tanto necesitan, por lo que pasa desapercibida a veces durante muchos años. 

Una mujer golpeada puede mostrar las heridas y recibir ayuda, sin embargo, la que es golpeada en su espíritu, no tiene heridas físicas que mostrar al mundo, entonces ¿cómo pedir ayuda? 

“Primero me insultaba, me decía  cosas muy feas y yo no pensaba que eso fuera grave, ¡no pensaba nada!, pero luego comenzó a golpearme y yo mejor me callaba, ni bajaba a ver a mi mamá, pues, para que no se diera cuenta y no preocuparla”

Lamentablemente cuando una mujer es víctima de cualquier tipo de violencia, está tan preocupada por defenderse que no se da cuenta de que la violencia va en aumento  y difícilmente hace  algo para impedirlo. Algunas temen que no les creerán si denuncian a su agresor, las que están siendo golpeadas  tienen miedo a las represalias, ya que a menudo su victimario amenaza con matarlas o simplemente temen enfrentar la vida solas.  Existen también casos  en que algún conocido de la víctima  le dice que debe permanecer en esa relación "por el bien de sus hijos”

Todas estas mujeres tienen en común autoestima baja y una incapacidad para poner límites, generalmente porque vienen arrastrando problemas emocionales desde su niñez. Los casos de violencia doméstica o intrafamiliar abundan, por lo que se debe motivar a las víctimas a obtener ayuda de profesional.   

Existen mujeres que  han intentado de diversas maneras evitar las situaciones de violencia por cuenta propia sin lograr cambios, pues en ocasiones la presión social las confunde y convence de que nada de lo que puedan hacer logrará modificar su situación.

La violencia intrafamiliar es un proceso en el que a medida que pasa el tiempo aumenta en intensidad y frecuencia y que pocas veces es percibido por la víctima, por lo que es de suma importancia orientarlas para obtener ayuda profesional
 

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